Casa rural en Huesca
Edificios y monumentos de interés
- Plaza Mayor porticada construida a posteriori de la guerra civil española.
- Ayuntamiento
- Antiguas escuelas
- Iglesia parroquial de San Félix (de estilo románico del siglo XIII)
- Ermita de la Purísima (a 2 kilómetros del pueblo)
- Lavadero
- Cruz de término del siglo XVIII (dato curioso: en este lugar se dice que antiguamente realizaban rituales de paso relacionados con la magia negra o brujería)
Paseo al Salto de Roldán
Duración: desde el aparcamiento, 30 minutos aproximadamente hasta lo alto de
la peña San Miguel.
Equipo aconsejado: calzado de montaña, prismáticos.
Época recomendada: todo el año.
Proponemos este recorrido ya que además de unir la espectacularidad de las imponentes paredes rocosas y el magnífico paisaje que desde aquí podemos contemplar, nos hallamos en el sector norte del Parque Natural de Sierra y Cañones de Guara. Si esto todavía no es suficiente, el Salto de Roldán es un inmejorable observatorio de aves, especialmente de grandes rapaces, que utilizan las paredes como posadero y también como lugar para criar.
Para acceder hasta el Salto de Roldán, podemos hacerlo por dos lugares diferentes; desde Huesca, tomamos la carretera comarcal que va a Apiés, y en unos 45 minutos de carretera asfaltada, alcanzaremos la explanada acondicionada para aparcar nuestro vehículo. También podemos llegar, a través de una pequeña y poco transitada carretera, desde la N-330 dirección Sabiñánigo, a la altura de Nueno, tomando el desvío hacia Sabayés en el cruce de Apiés seguir a la izquierda siguiendo las indicaciones antes mencionadas.
Desde aquí, seguimos por un estrecho sendero que, entre matorral mediterráneo con abundantes romeros y tomillos, nos acerca hasta la pared de la Peña San Miguel. Para salvar el desnivel, unas clavijas, a modo de escalera, nos facilitan la labor, con un poquito de cuidado nos resultará fácil acceder hasta lo alto de la peña y asombrarnos con el fantástico paisaje que nos rodea. La imagen no dejará a nadie indiferente: ante nosotros la peña Amán, una enorme pared anaranjada que cae verticalmente docenas de metros hasta el fondo, abajo el río Flumen serpentea entre las dos peñas, creando un poco más abajo el barranco de las Palomeras, uno de los más emblemáticos por lo difícil de bajar, de los cañones de Guara. Hacia el sur, la Hoya de Huesca, haciendo honor a su nombre, una gran extensión que si vamos en los principios de la primavera o el otoño veremos teñida de un hermoso verde, por los campos de cultivo. En la peña encontramos los restos de un castillo románico, cuesta imaginar como lo construyeron en este lugar tan inaccesible que por otro lado, es una perfecta atalaya defensiva.
Pocos lugares como este en Aragón son tan buenos observatorios de aves. Si el día no es muy ventoso, prepárate para ver a los buitres leonados muy, muy cerca, a la altura de tus ojos e incluso en vuelo por debajo de tí, algo difícil de conseguir cuando se observan rapaces. El águila real, el quebrantahuesos y el alimoche en período estival son otras grandes aves que suelen moverse por este lugar.